martes, octubre 28, 2008

Algo se muere en el alma...

Como dice la canción “Algo se muere en el alma cuando un amigo se va”. Y es cierto.
Manuel, cuando me enteré por nuestra amiga y compañera Patricia, de tu marcha me quedé de piedra. Ya sabía por ti que estabas enfermo, aunque cualquiera que te hubiera conocido no lo hubiese notado. Siempre mantuviste una entereza, una alegría y una ilusión fuera de lo normal.
Te conocí durante el curso de periodismo taurino, y pude comprobar la extraordinaria persona que eras. Siempre estabas dispuesto a ayudar a los compañeros y sobre todo siempre aportando cosas bonitas de tu pasión por el toreo. Con tus conversaciones sobre tus años de aficionado y abonado del tendido 7 de Madrid, aprendí a querer aún más la fiesta de los toros. Nunca olvidaré los detalles que tuviste conmigo, como cuando te enteraste que me gustaba mucho la figura de Manolete y tardaste un solo día en llevarme una cinta de video sobre el maestro a la clase de periodismo. Yo te dije que la vería y te la devolvería y me dijiste que era para mí. Al finalizar el curso me llegaste con otra cinta de Manolete, pero no contento con eso me regalaste una entrada para ese San Isidro ya inolvidable para mí. Gracias a tu generosidad, pude ver al maestro Cid cuajar una de sus mejores faenas en las Ventas. Al día siguiente cuando venía en el autobús ya me estabas llamando por teléfono para ver que tal lo había pasado.
También me acuerdo que me regalaste un cartel de la vuelta a los ruedos de Morante de la Puebla en la plaza de Vistalegre y yo te entregué otro de la feria de Cáceres pues siempre me decías que no tenías ningún cartel de ferias extremeñas. Estabas siempre ilusionado con tu pasión por los toros y daba gusto ver la alegría y el amor que trasmitías por tu afición por el toreo.
Manuel, nunca te olvidaré, porque las buenas personas aunque se vayan, siempre permanecerán en nuestros corazones.
María José Borrega Fresneda.

sábado, octubre 18, 2008

´Hasta siempre Pepín

El pasado 12 de octubre se despidió de los ruedos Pepín Liria, el que para mí particularmente, ha sido uno de los toreros más honrados y cabales de toda la historia del toreo.
Desde que debutó con picadores en su Cehegín natal allá por el año 90 hasta el pasado día del Pilar su carrera ha sido una continua lucha. Pero una lucha también llena de cosas bonitas e imborrables recuerdos, pues ha conseguido conquistar todas las plazas importantes del toreo: Madrid, Sevilla, Pamplona, Bilbao. Además se ha enfrentado a toda clase de ganaderías pero a lo largo de estos años ha conseguido también entrar en carteles de relumbrón sobre todo en su ciudad de Murcia donde ha sido, con todo merecimiento, un autentico ídolo. No podía ser en otra plaza, allí se despidió el 12 de octubre cortando un total de ocho orejas y un rabo como colofón a una carrera intachable.
Esta semana en una revista taurina viene una extensa revista al maestro en el que hace un repaso a su trayectoria. A la pregunta de porqué se marcha Pepín dice entre otras cosas: “Creo que sigo estando preparado para sufrir y aguantar las cosas que rodean mi profesión, pero no lo estoy para que lo aguanten los demás. En estos últimos años mis hijas han ido a verme más de una vez al hospital, y tampoco se me va de la cabeza la imagen de cuando vi la cara de mi madre al despertar de la cornada de Murcia del año pasado.”. También a otra pregunta de si le guarda rencor a alguien contesta: “Tengo la conciencia muy tranquila porque jamás en la vida he hecho nada con intención de hacerle mal a nadie, y eso me deja dormir por la noche. El que no haya visto mi carrera ya, tampoco la va a ver ahora y tampoco me preocupa. Los que la tenía que ver la han visto”.
Pues tienes razón Pepín, todo buen aficionado que se precie claro que la ha visto y sobre todo la ha reconocido. El recuerdo que dejas es imborrable, los que te hemos seguido y admirado todos estos años te vamos a echar de menos, maestro.
Mari Jose Borrega Fresneda.

sábado, octubre 04, 2008

Enhorabuena, Miguel Ángel Perera

Cuando se anunció por los medios de comunicación que Miguel Ángel Perera iba a cerrar su extraordinaria temporada matando seis toros en Madrid, algunos se echaron las manos a la cabeza, diciendo que no tenía necesidad, que podía, diciéndolo ordinariamente, salirle el tiro por la culata, como si en realidad quisieran que no triunfara.
Después de verlo el pasado 3 de octubre en las Ventas, supongo que se habrán dado cuenta esos incrédulos que el torero extremeño sabía perfectamente lo que se jugaba. Con todo a la contra, estuvo hecho un pedazo torero. Volver a salir tras su primera cornada y demostrar lo que demostró, creo que es de una máxima figura del toreo, pero es que lo que hizo en el quinto tras la fuerte cornada que recibió es para consagrarlo definitivamente como entre uno de los más grandes que tenemos en la actualidad.
Me encantó Perera, y eso que yo precisamente no lo tenía entre mis toreros favoritos. Ahora sí, por supuesto. Me alegro mucho también por mi hermana Paqui, compañera y creadora de este blog, porque ella sí que es una gran partidaria de Perera desde siempre. La única pena que tengo es que ella no lo pudo ver por motivos de trabajo. Pero bueno ya se lo he contado yo, aunque no es lo mismo claro. Las emociones que nos hizo vivir Miguel Ángel en las Ventas no las olvidaré fácilmente. Enhorabuena, Miguel Ángel. Ya sí que nadie te puede poner un solo pero, ya eres la máxima figura del toreo.
María José Borrega Fresneda.