miércoles, febrero 04, 2009

Carteles contra la crisis

Ya queda menos para que suenen de nuevo los clarines y timbales. Ya estamos todos los aficionados deseosos de que se abra el portón de cuadrillas, a pesar de los malos augurios que pronostican algunos con esto de la crisis.
Creo, sin embargo que si los empresarios se lo curran las plazas no deberían sufrir el vacío que tanto pregonan algunos. Antes del comienzo de la temporada ya están saltando algunos bombazos. Por ejemplo los dos manos a manos que torearán Sebastián Castella y Juan Bautista en sus respectivas ciudades, Beziers y Arles. No creo yo que haya en Francia problemas de taquilla en esos dos encontronazos que prometen emociones fuertes, más sabiendo el perro de presa que es Castella y que Bautista pues tampoco se dejará su orgullo torero atrás.
Pero sin duda, hasta el momento, el cartel estrella es el que nos tienen preparado en Sevilla durante la feria. Un mano a mano entre el maestro Cid y el maestro Morante de la Puebla con los Victorinos. Sin duda, un cartel rematadísimo para dos toreros tan distintos pero tan grandes los dos. Mi debilidad por el Cid me hace terminar este pequeño recordatorio de carteles importantes contra la crisis con unas declaraciones que he leído hoy mismo en una revista taurina. Son unas declaraciones en la que viene a resumir porqué ha llegado tan alto en estos diez años que va a cumplir esta temporada como matador de toros:
“Como persona sigo siendo la misma. Me gusta ser fiel a mí mismo. Naturalmente, hoy en día las cosas han cambiado, mi situación en la fiesta no es la misma, pero mi manera de entender la vida y el toreo son idénticas a cuando empezaba. Y mantener esa línea o esa personalidad creo que te hace ser mejor torero y mejor persona. Para bien o para mal nunca he intentado cambiar, aunque a veces decir siempre sí me ha traído cosas en contra. Pero he asumido mis equivocaciones de la mejor manera posible. Y estoy orgulloso, porque cuando uno sigue su propia línea, los triunfos son más puros y más verdaderos. Nunca he intentado torear para la galería ni he pretendido salirme de lo que sentía como torero. Igual el camino hubiese sido más fácil de otra manera, podría haber llegado arriba antes, pero no hubiese sido yo. He preferido dar pasitos cortos pero seguros. Y no dar uno largo para tener que retroceder dos”.

María José Borrega Fresneda