El pasado día 15 de diciembre acudimos los alumnos del curso de periodismo taurino junto a nuestros profesores Alejandro Pizarroso y Miguel Ángel Moncholi y la coordinadora del curso Sofía Loyo a la finca Monteviejo de Victorino Martín.
Fue una jornada muy interesante en la que pudimos disfrutar de una visita al museo que el ganadero de Galapagar tiene en el campo. Su hijo Victorino Martín García repasó la historia de esta prestigiosa ganadería a través de las distintas imágenes que pudimos disfrutar, como las cabezas de toros tan importantes como Baratero, Morenito, Murciano o Belador el único toro indultado en la plaza de las Ventas y que está en el museo a tamaño natural en una imagen realmente impresionante y bella.
Después asistimos a un tentadero de vacas del otro encaste que tienen los ganaderos, los patas blancas de Vega-Villar. Pudimos gozar y aprender de una de las actividades más interesentes y lúdicas que se realizan en el campo bravo. Fue gratificante ver como algunas de las vacas, especialmente la primera que se tentó, mostraba su caudal de bravura.
Para terminar la jornada los ganaderos nos invitaron a una comida al calor de la lumbre que agradecimos tras pasar algo de frío en el tentadero (unos más que otros). Rematamos la jornada con una pequeña tertulia en el que tuvimos ocasión de comentar el tentadero con los toreros, ganaderos y profesores, y de preguntar las curiosidades que teníamos algunos alumnos.
Aprovecho para mostraros algunas imágenes de nuestra visita. Espero que os gusten.
Fue una jornada muy interesante en la que pudimos disfrutar de una visita al museo que el ganadero de Galapagar tiene en el campo. Su hijo Victorino Martín García repasó la historia de esta prestigiosa ganadería a través de las distintas imágenes que pudimos disfrutar, como las cabezas de toros tan importantes como Baratero, Morenito, Murciano o Belador el único toro indultado en la plaza de las Ventas y que está en el museo a tamaño natural en una imagen realmente impresionante y bella.
Después asistimos a un tentadero de vacas del otro encaste que tienen los ganaderos, los patas blancas de Vega-Villar. Pudimos gozar y aprender de una de las actividades más interesentes y lúdicas que se realizan en el campo bravo. Fue gratificante ver como algunas de las vacas, especialmente la primera que se tentó, mostraba su caudal de bravura.
Para terminar la jornada los ganaderos nos invitaron a una comida al calor de la lumbre que agradecimos tras pasar algo de frío en el tentadero (unos más que otros). Rematamos la jornada con una pequeña tertulia en el que tuvimos ocasión de comentar el tentadero con los toreros, ganaderos y profesores, y de preguntar las curiosidades que teníamos algunos alumnos.
Aprovecho para mostraros algunas imágenes de nuestra visita. Espero que os gusten.
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